El origen de los Capelli d'Angelo, de nombre evocador y consistencia ligera, se disputa entre los territorios de Génova, la zona de Nápoles y la de la Ciociaria. Es un formato entre los más delgados de las pastas largas en nido.
Incluso su nombre, Capelli d'Angelo, en italiano recuerda el característico espesor muy delgado de este formato, aconsejado en la dieta de los niños de nueve meses en adelante, con el fin de acostumbrarlos a la comida de los adultos.
Los Capelli d'Angelo son un formato adecuado para las recetas con caldo, en estas preparaciones generalmente se rompe en trozos. Los Capelli d'Angelo se pueden también gustar como pastas sin condimentos líquidos, condimentadas con salsas blancas, huevos, mantequilla cruda y queso, mantequilla derretida con salvia y queso grana o requesón ahumado.
Disponibles en paquete de 500 g.