
Bucatini alla Caruso: la melodía de la cocina napolitana
Bucatini alla Caruso – Redescubriendo recetas locales
Los Bucatini alla Caruso conservan la memoria de uno de los tenores más grandes de todos los tiempos a través de una receta que aún ocupa un lugar en las mesas italianas. Aunque no tan famosos como otros platos de la tradición napolitana, han ganado nueva popularidad entre chefs y amantes de la cocina, gracias al renovado interés por las recetas regionales auténticas. Creado como homenaje a Enrico Caruso, este plato une los bucatini — gruesos, porosos, ideales para atrapar salsas — con un condimento vivo de tomates San Marzano, calabacines fritos y pimientos. El resultado es una sinfonía de colores y sabores que refleja la esencia de la cocina napolitana: solar, generosa, directa pero jamás trivial. En esa armonía reside su fuerza actual: un plato sencillo y elegante, profundamente tradicional pero con un espíritu contemporáneo.

Bucatini alla Caruso – Tributo al gran tenor napolitano
Se dice que los Bucatini alla Caruso nacieron durante la estancia del célebre tenor en el Grand Hotel Vesuvio de Nápoles. Muy unido a su tierra, Caruso habría pedido un plato que evocara los sabores auténticos de su infancia. Así, inspirado en sus gustos sencillos pero firmes, surgió esta receta: una mezcla genuina de calabacines fritos, pimientos y tomates San Marzano, que con el tiempo se convirtió en un clásico de la cocina napolitana.
Bucatini alla Caruso – La receta
La preparación de este plato combina pasión y sencillez, como la voz cálida y poderosa que lo inspiró. Se empieza cortando finamente los calabacines, pasándolos por harina y friéndolos en aceite de oliva virgen extra hasta que queden dorados y crujientes. Se reservan mientras se limpian los pimientos amarillos y se cortan en tiras. Los tomates San Marzano, una vez pelados y sin semillas, se trocean a mano para mantener su textura rústica. En una sartén grande se sofríe un diente de ajo con un poco de guindilla en aceite de oliva hasta que libere todo su aroma. Se agregan los pimientos y luego los tomates, que se cocinan a fuego medio hasta formar una salsa espesa y fragante, con orégano seco y hojas de albahaca fresca. Los calabacines fritos se incorporan al final para conservar su textura. Los bucatini, cocidos al dente, se mezclan con la salsa y las verduras. Se termina con perejil fresco y, si se desea, un poco de queso pecorino rallado. El resultado: un primer plato lleno de sabor, tradición y calor mediterráneo.